viernes, 29 de noviembre de 2013

Berlín

Un beat techno marcaba la esculcada de cada bolsillo buscando los cigarros, la necesidad de solo uno me había empujado fuera del lugar, la vaina iba bien muy bien. -- Mucha hembra buena -, se escuchaba decir de una par de fulanos que disfrutaban de algo de nicotina. ¿Tiene candela? Interrumpí, para después embrollarme en la fría noche capitalina que enmarcaba esa vieja plaza de masacres taurinas.

La vaina va bien, muy bien, me repetí mientras recordaba las transparencias muy oportunas de esa blusa negra, ojos cerrados y sintiendo el beat en cada poro, la vaina va bien. Un Jack en la mano y el pie derecho siguiendo el ritmo, esta si es, voy con toda. Niko rocha me pone banda sonora al entrar, el tempo sube y me le voy fijo de levante.

¿Donde estaba bro?

Dice cruzado en el camino ese personaje de sombrero que parece salido de una película de los veintes, mostacho y una sonrisa impertinente.
¡quite güevon! - Me quito el impulso- , le digo apartándolo con mi brazo, este man parece karateka y me hace una llave que me deja a su lado abrazado, estamos con el parche, la rumba esta en subida y yo no dejo de mirar a esa nena.

-¡Tiene  el vaso vacío! Que no se vea el fondo- , dice Paco un viejo cuarentón de cola de caballo y sufre de alopecia, una vez se sentó en nuestra mesa y ahora no salimos sin él, me sonríe de manera cómplice y me pica el ojo mostrándome a la Mari, el amor de su vida pero con la que nunca se va a casar, se la baila con lujuria, eso es faena fija pienso, mientras se aleja con su tumbao de merenguero de los ochenta. Volteo a mirar y se me salió del radar, ¿donde coño se metió?. ¿Detrás de la nena que vio un leopardo en un safari y no se pudo contener para ponérselo encima?, o fijo esta en el baño con sus 37 amigas hablando de ese man de pantalón amarillo que se le marca el paquete cada vez que baila. Necesito otro trago.

Van mas de dos horas y no la encuentro, estuve en modo ventilador de balneario por un buen rato y no la encontré, nada que hacer la rumba sigue, estoy en Berlín y esto no es música de radio, es una rumba todos con las manos arriba y hay mas peces en el mar, ya lo dijeron ese par de fulanos hay mucha hembra buena y yo no me pierdo esta rumba por una desaparecida. La cata se encontró con una amiga del colegio, le esta hablando, le dice algo al oído y me miran, aquí fue, parezco desesperado pero es que ya todos tienen pareja y yo no he levantado nada, el del sombrero atemporal se me acerca y susurra al oído, “el que muestra el hambre no come güevon”, pero tiene razón, me voy a fumar otro cigarro.


El beat marca la esculcada, ¡oye! ¿tienes fuego?, claro que si, blusa negra transparente ;). La vaina va bien, muy bien.