Siempre que se piensa en la angustia, viene a la menta la
imagen de un kamikaze japonés embistiendo a un acorazado americano, o a un pato
lleno de hormigas, o a una tortuga patas arriba, o a Virgilio en el segundo
circulo, o a Sven en la ambulancia lleno de whisky y heroína, siempre que se
piensa en la angustia hay un aroma a rosas y a muerte, hay sabor en la boca a
sangre y a vino, la mirada atenta no sabe donde posar su respiro pues la
adrenalina inyecta el iris con sentencia de réquiem.
Cuando se piensa en la angustia ya estas perdido, ya sabes
que el final esta cerca y la impotencia será tu compañía, cuando se piensa en
la angustia el miedo es fantoche y baila, y se ríe y juega y te atormenta,
cuando se piensa en la angustia quieres no vivirla, no sentirla, no amarrarte a
ella pues eres un cobarde y la cobardía no es angustia. Cuando se piensa en la
angustia, ella, la angustia no tiene mas remedio que darte la espalda como una
buena ella, porque cuando la piensas ya traspaso tu alma y solo queda vacío.
Cuando sientes angustia, tu pecho se cierra como sepulcro de
mármol y roca, frio y condena acompañan los temblores y sudas frio y caliente,
los temblores no cesan, la angostura no cesa, la agonía no cesa, cuando sientes
angustia los dedos no responden al lápiz o al papel, la teclas nos son mas
sensibles al tacto y te repelen como una jauría de perros salvajes custodiando
su carroña, cuando sientes angustia, dices no sentirla, pero tus labios te
delatan, mordisqueados por ella, por ella, la angustia en forma de pellizcos,
de pequeños pellizcos que se han ensañado con el corazón de quien la carga.
Cuando hablas de angustia las miradas son impávidas,
repelentes como el complejo B, todos la han vivido, todos la han sufrido, pero
pocos la han amado, solo unos cuantos viejos poetas, malditos poetas, poetas
malditos, malditos esos poetas, poetas de la maldición, malditos poemas de los
poetas que son ya malditos, malditos,
malditos, malditos, malditos, poetas, poemas, poetas, poemas .. y te hablo a ti
maldito Rimbaud, a ti Baudelaire, a ti Poe, a ti maldito Marquez, a ti poeta
Wilde, a las flores del mal y hasta a Nietzche, a Caballero a Chaparro y a
Medina Reyes, a Morrison, a Waits, a Mosshart, a Miller y Bolaños, a Bukowsky y
a BB King, a Jean Pierre Jeaunet y a Godar, a Burton y Jack Withe, a Ricthi a
Guy y a Nichole, te lo escupo Borges y Residente, no te quedas por fuera Pollok,
ni tu Dalí maldito, pintor sobre valorado pero poeta angustiado, ni creas que
te olvide Van Gogh, ni a ti Kirosawa, ni a ti Hemngway ni a ti Virginia, ni a
ti Pizarnik, ni a ti al borde del abismo Gabriela, ni a ti en cama María
Mercedes ni a ti atormentado José Asunción, pero a ti si te olvido Cohelo,
mariquita de mierda que huye tras la faldas de mami para enfrentar a la angustia
con una armadura de papel y una espadita hecha de ramas secas, empero, te grito
a ti maldito Cortázar, que hiciste de la angustia una tura, un cronopio, una
fama y un camino, una cuchara y tres libros sin nombrarla, te lo digo a ti
hombre y mujer normal, compañeros del mundo, desposeídos por la maldición,
errantes por la comodidad de las alegrías pasajeras, de una comida elegante, de
unos zapatos bonitos y de unas cervezas mal escogidas, te lo digo a ti, maquina
bendita de la culpa y el miedo … que la angustia, ja, la angustia habita en todos
y quiere salir de allí, en pequeñas dosis de mierda, pero si la contienes la
diarrea será tu condena .