lunes, 27 de octubre de 2014

Golpeándonos con los sueños.

La premisa resulta un reto de sintaxis, por eso, me parece justo contextualizar a mis 5 lectores  acerca de la razón de este escrito.

Sin más que la claridad conceptual de mi mano, considero necesario hacer ajustes desde la metáfora ya que es allí donde se puede soñar, quizá, la razón principal por la que este escrito este lleno de hipérboles  y redundancias innecesarias, para el lector aficionado a las normas, un pleonasmo tras otro sin mas fin que un juego, un juego de palabrejas sueltas en consonancia con el golpe a golpe de ladrillo que es un párrafo.

Hasta ahora no he dicho nada, y ¿hay que hacerlo? El decir, el narrar, ¿describir con meticulosidad la cagadera pusilánime de un diario es necesario para existir? Al parecer si, de eso se encargo la maestra Plath al configurar el apogeo de la espera en un par de poemas, en un par de dolores, en un par de armonías, en un par de sesgos, en un par de güevas, en un par de huevos revueltos para su par de hijos y en un par de horas para terminar ahogada con gas.

      ¿Pero que es esta mierda?-
      Mierda, es lo que masticamos a diario con sabores a conveniencia, lo que les voy a contar es una pulga de esperanza.

Hace un par de semanas o meses quizá, un par de zapatos tal vez, me encontraba en el embeleso por la pedagogía del caos, un amor a primera leída, solo bastaron dos miradas a los preceptos conceptuales y mi cerebro empezó a saltar de manera incomoda en lo que debe ser la bóveda craneal, para terminar en un espacio de clase, todo profundamente confuso, profundamente doloroso, profundamente utópico, profundamente repetitivo, y repetitivo y profundo y profundo, y repetitivo y doloroso y tan real. En este espacio de clase se puede encontrar de manera descuidada con los estudiantes utópicos, dolorosos, confusos pero no repetitivos de una Universidad Pedagógica de la Nación que no diré el nombre por razones pat-eticas.

Estos chicos durante el espacio académico de algún lunes no muy lejano, en algún descanso, después de compartir apreciaciones sobre el caos, su constitución, la manera de conseguir simbiosis con el sistema educativo, decidieron alentar de manera previsible, a dos compañeros, quienes después de un partido de futbol, no encontraron mas forma de arreglar sus diferencias de testosterona trancándose a los golpes, si, en esa Universidad Pedagógica de la Nación, en una sede destinada al juego y al deporte, en la licenciatura de recreación, en medio de la clase de introducción a la pedagogía, en mis narices, debajo de mis barbas recién cortadas.  Que tristeza, que decepción, dos de los argumentos mas positivos de pensamiento del grupo cedieron a la irreflexiva tradición del - ¿qué va a hacer? – Hagaló- (si con la tilde, porque esa entonación es imposible de conseguir con la RAE).

En este punto cabe resaltar el gancho de derecha de uno de ellos, ¡que potencia! pie contrario frente a él, genuflexión controlada, mano izquierda sobre el pómulo correspondiente, y un giro de cintura propio de un champetero conllevaron a un certero golpe en el ojo izquierdo de su contrincante, majestuoso, una técnica depurada por la calle, una fortaleza de puño comparable con el mazo de Thor, hincharon el pómulo del contrincante y mi garganta, en primera instancia de admiración, y un segundo después en un perplejo – ¿Heeeeey, que pasó aquí?- La pregunta mas estúpida que pude haber hecho después de: ¿estas segura?.

Todo era obvio irrelevante, decepcionante, tan real y predecible que te quita las ganas de vivir, las ganas de comer, las ganas de seguir en esta tierra de mierda, pura mierda. Muchachos acabamos de hablar en clase sobre el rol docente, inquirí en un jadeo apenas perceptible al oído humano, debo confesar que en ése momento, mi vida se sostenía del dedo meñique en un desfiladero sin fondo, para recibir el ultimo empujón. Queridos lectores quede destrozado, el desfiladero si tenia fondo y eran lajas de cortantes,  contundentes,  como solo pueden ser las rocas. Guarde silencio cuando los ánimos se calmaron, mi aparente vocación educadora había sido también errónea, no tenia nada, solo golpes y mas golpes y no lo podía soportar, terminé clase frente al decano, con la vergüenza mas grande en mis hombros y una nube gris sobre mi cabeza. Recordé a la maestra Plath, a Hemingway,  a Virginia, a Valentí, y hasta a Caicedo, que desesperación, ellos tan grandes en decidir hasta su final y yo casi término bajo un transmilenio, que falta de estilo, decidí entonces guardar silencio, y mas silencio, tanto como la mierda de la cotidianidad me lo permitiera.

Después de esto entendí el camino del caos, o ¿debo decir los caminos?, las metáforas posibles viviendo en la naturaleza, el cuerpo que habita en el arte,  el silencio que posibilitó la Epifanía, maldita Arte (La pedagogía del caos un espacio de Re-creación artística, articulo en construcción), maldita vida que te ensañaste conmigo para mostrarme la grandiosidad del inconformismo, el valor de la indignación y la solución natural a los conflictos humanos, de-construcción simbólica, algo que usted y yo hacemos a diario pero no le ponemos nombre y que esta cada vez que nos permitimos soñar. Lo mejor de todo es que no está terminado, todo esta en obra, las posibilidades son tantas como el caos mismo,  y aquí un ejemplo de ese devenir de pensamiento.

El día de ayer en el espacio académico, invite a los estudiantes que llevaran una almohada, aguja e hilo, remembrando una acción artística de las épocas universitarias, plantee una almohadaton, en la que destrozaran sus almohadas entre si, frente a los descuidados compañeros de la sede principal de la Universidad Pedagógica de la Nación, el CAOS, aquello que surge después de la catástrofe, el acontecimiento del mal, y el surgimiento de las heterotopias, el No lugar, un espacio que existe pero es innombrable, más a su vez es habitable solo por quienes lo construyen o destruyen,  es metafórico, artístico, místico y simple, tan simple… una vez terminada la actividad cada estudiante tomo aguja e hilo y volvió a coser una almohada diferente a la suya.

Después de esto la discusión se llevo al plano del pensamiento, de la reflexión, donde el diálogo se dispuso desde una sonrisa por parte de todos, porque todos se fustigaron con las almohadas, todos jugaron, todos se re-crearon, con un objeto que siempre disponemos para el descanso, para la comodidad, para la suavidad, para el dormir … en palabras de una estudiante, nos golpeamos con los sueños …

Confió entonces queden mas preguntas que respuestas, para que nos golpeemos con nuestros sueños y no nuestras pesadillas …


todo está en obra, nada esta terminado, no hay imposibles.

domingo, 19 de octubre de 2014

De esas cosas y otras más.

Hace un tiempo las perras negras vienen asaltando las facciones del alma y convergen fuera de mi maquina de escribir para volver al etéreo mundo digital y es así en primera persona de nuevo, con la garganta casi hecha una ampolla por el galopar de los caballitos azules y los dedos torpes sobre el teclado, que el papel del canalla es aceptado por este simple mortal sucumbiendo a la noche y su inspiración.

El, la, los culpables son ustedes, los amigos, conocidos, transeúntes y recuerdos, familia, estoy acá para elevar honores a sus pesadillas y aterrizar los sueños, estoy acá para persignar la monotonía y confinar los miedos al tártaro. Ustedes con su infinita claridad, su persistente dignidad humana convocaron un ideal moderno de libertad a mis escritos. Ustedes son la gasolina que impulsa esta carrocería de latones golpeados y ventanales abiertos a la vida.

Es así que enuncio de manera tal vez descuidada los momentos que han dado respiro a la penumbra de la que solo puedes salir con re-creación.  Un tema que ya saben con insistencia la cantidad de neuronas que está ocupando mi vivir. Y es que es en el pensamiento donde se vencen las imposibilidades, donde los mundos son imaginados y las realidades se desdoblan para dar paso a la locura, esa locura de la que tantos hablan y tan pocos disfrutamos, esa que se volvió tan vacía, superflua y cotidiana. Esa que solo puedes vivir cada fin de semana, porque los otros días cumples horarios, cumples normas, entregas, lugares y personas, de vez en cuando sexo, de vez en cuando drogas, de vez en cuando mensajes por redes, de vez en cuando una película o un comer “rico” en compañía de falsedades, eso si es de manicomio, eso es de cárcel, eso es de muerte y se vuelve a repetir.

La locura que convido, es esa que ustedes, mi familia han compartido y agradezco: Montañas, comidas, caminares, cafés, tragos, bailares, desconocidos, re-conocidos, llamadas, aulas, una pared, galerías, seminarios, lugares comunes que se vuelven mágicos por la interacción que producen en medio de la cotidianidad y no tiene que ser viernes, es lunes o miércoles, es en la noche o en la madrugada, dura 5 minutos o tres días, respiros verdes que han hecho del alma y la imaginación un papel en blanco para la creación, historias de vida que han sobrecogido el espíritu hasta el punto del llanto, un llanto cómplice, libre, que no ata ni juzga, así como el amor que expresa un abrazo desinteresado, un se feliz, una cobija para el frio, un “cafecito”, un arroz atollado en un plato desechable mientras esperas bailar una puya a ritmo de tamboras, un guacamole excelso, un desayuno trancado en medio de un viaje por solo 3.000, un préstame que yo te presto, un no te preocupes ¿quien te esta pidiendo algo?, un flashmob sorpresa al finalizar una clase de estudiantes que son profesores y acabábamos de hablar de situasionismo y sus manos seguían el ritmo, y sus caras expresaban alegría y sus almas se alzaron en jubilo para llevarme a la conmoción y era sábado y era la tarde y yo no era yo y me sentía feliz y me sentía triste y me sentía único y me sentía en el camino y me sentía fuera de la vida, así como con cada uno de ustedes llegando a mi puerta con una libra de carne par que almorcemos o una gaseosa para que tomemos, o un vino para que me lo tome, o unas cervezas para escuchar música, una calidez que no tiene la “rumba”, una alegría que no es solo de fin de semana, una inspiración que no aleja, una verdad que construye, una expresión que no camufla el alma sino que libera, ilumina y da esperanza.


Que carajos, respirar el mundo del arte está mas allá de un cuadro, esta en sus casas, en sus caras, en sus manos, sus voces, sus dolores y sus alegrías, me han llenado de arte y no se como  agradecerlo, porque todos en su momento me han enseñado a vivir de nuevo en la alteridad, de nuevo en la letras, en los caminos, en los retozos, en los reproches, en los errores y claro en los lápices.  No se como agradecer que fui una piedra y recibí aliento de vida, y ustedes con su compartir, como a un niño que apenas tiene equilibrio me ayudaron a dar los primeros pasos de esta locura que es vivir con “style”, ustedes me llevaron a la salsa, a un “plones”, a unas fotos,  a planear unas clases, a compartir conocimiento, y de nuevo a la escritura, a un propósito que esta en construcción, y sé que es con ustedes y con los demás, con todos esos que están en la locura falsa, que se automatizan para el desenfreno y solo repiten modelos,  que son ñeros y gomelos, negros y blancos, de la costa y la capital, la locura real, te deja llenita el alma y eres diferente, y no necesitas dinero y no necesitas de un papel firmado y no eres casado, ni estas  en un trabajo que te consume, no estas amarrado, pero no estas solo, ni tienes hambre y eres genial porque compartes la locura, la locura es eso que llaman ser feliz. Gracias.